Comenzaré contando que ha sido una semana de plenas
batallas. La lucha ha sido fuerte que
hasta ha habido episodios de enfermedades pero, en medio de todo esto, el
Espíritu Santo ha estado haciendo su trabajo, como siempre, muy fino y con
detalles muy específicos por si acaso esta cabeza no quisiera entender el
mensaje.
El Señor en medio del desierto me ha dado palabra, me ha
hablado de: "Discernir, decidir y declarar" pero lo más fuerte ha
sido cuando en una de estas madrugadas me ha hablado claramente de la
"Restitución".
Comenzaré con
"DISCERNIR" : Nuestras luchas, como bien sabemos, son
espirituales, son espíritus que operan muchas veces influyendo en las personas
más cercanas a nosotros y nos hacen contender con ellas cuando la verdadera
lucha no es con ellas si no con los que están detrás, esos espíritus que intentan
hundirnos más en las luchas y nos causan tristeza, temor, frustración, falta de
fé y un sin fin de cosas más.
Efesios 6:12
”Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra
los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes."
El Señor me hablaba
de nuevo cosas que ya antes y por mucho tiempo he venido escuchando en los
sermones de la iglesia, en pláticas con hermanos de la fé, palabra que no siendo nueva en este momento
se me presenta como una nueva experiencia para poder atravezar esta etapa difícil.
El siervo de Eliseo ya no tuvo más miedo cuando vio el
poderoso ejército celestial de Dios. La fe revela que Dios está haciendo más
por su pueblo de lo que nos podemos dar cuenta por medio de la vista. Cuando
nos enfrentamos a dificultades que parecen infranqueables, recordemos que los
recursos espirituales están ahí aun cuando no podamos verlos. Ver a través de
los ojos de la fe y permitir que Dios
muestre sus recursos. Me mostraba que si no veo a Dios obrando en mi
vida, probablemente haya un problema con mi visión espiritual, y no con el
poder de Dios.
DECIDIR: No puedo seguir viviendo con dolor.
El dolor se acabará cuando yo decido que no más. El diablo
siempre ataca más fuerte cuando estamos al borde del puente que conduce a la
bendición que viene. Tenemos que decidir si seguimos allí de pie frente al
puente llorando y con dolor o nos atrevemos a cruzar...esto no implica que no
será difícil dar el paso.
Juan 15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté
en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto.
DECLARAR: declarar la palabra de Dios sobre mis
circunstancias...las circunstancias oyen, por lo cual hay que someterlas a la
palabra de Dios.
La fé y la razón se oponen. La fé me lleva a donde la razón
me deja tirada. Hay momentos en que la razón me dice: hasta aquí llegué...y, la
fé me dice: tranquila yo te llevaré.
La razón se agarra de la mano de un hombre y lo lleva a uno
hasta donde el hombre nos puede llevar. Pero la fé se coge de la mano de Dios y
lo lleva a uno hacia donde lo imposible se vuelve posible, donde lo irreal se
vuelve real. La fé nos llevará a cruzar el puente hacia la bendición.
Aún sigo batallando, pero pretendo conquistar cada día con
un paso a la vez...ya llegará el momento de cruzar el puente...al menos mis
oídos están atentos para cuando me diga el Señor que debo dar el siguiente
paso...
Jeremías 32:41
Me regocijaré en ellos haciéndoles bien, y ciertamente los
plantaré en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma.
En el siguiente post seguiré con la Restitución.